Betowen. A un mes de tu partida
Beto de caminata en el campo. Beto en su puesto preferido en la cama del viejo. Beto, observando al viejo antes de salir a pasear Beto impaciente por salir a caminar.
Mi niño peludito, mi copito de nieve, mi abuelito churón de
movimientos pausados y leves. Ha pasado ya un mes de tu partida y tu recuerdo sigue
ocupando un gran espacio en mi memoria. Todo me recuerda a ti, cuando sirvo la
comida, debo guardar un plato, las sillas de la oficina, siempre limpias y
disponibles, tu ya no estas para ocuparlas. Cuando viene un amigo y se
sorprende de no verte en la silla, cuando salimos a pasear con tus compañeros y
un arnés queda esperando ser usado en memoria de los tiempos. Ver tu lugar en
la cama que nadie llena, o tu espacio en el carro cuando salimos los fines de semana;
en fin, tu recuerdo esta presente, tu ausencia duele, fuiste parte de mi vida y
contigo se fue una gran parte de ella, te extraño Betito. A pesar de tu edad,
tu cansancio y tus disminuidas fuerzas, quisiera que estés aquí. Tal vez soy un
egoísta, tu tiempo de partir llegó, pero mi tiempo de dejarte partir aún no, yo
sigo esperándote, sigo queriéndote, sigo necesitándote a mi lado angelito blanco,
cariñoso copito de nieve, me da la sensación que apuraste demasiado tu partida.
Un abrazo inmenso para ti mi niño peludito, estés donde estés. Te quiero principito.
Fredy Torres A.
14/1/2023