La Key posando para lacámara

La Key posando para lacámara
LA NIÑA KEY

martes, 20 de diciembre de 2022

Saludo navideño 2022.

 

Saludo navideño 2022

La convivencia familiar, con franca sonrisa, amena conversa, respeto y tolerancia a las diferencias, junto al café de la abuela, la alegría de los nietos correteando por la casa y la tierna mirada de los peluditos de la familia estirados en la sala o agazapados bajo el asiento de su humano es la mejor forma de celebrar la navidad. Los accesorios que dan brillantez al escenario marcando el estatus social para mostrar en redes sociales el éxito económico, son sinónimo de pobreza espiritual y una engominada relación familiar que se sostiene a retazos.

 



“Que esta Navidad os de la oportunidad de ser auténticos y felices”

      Les desea el Centro de Asesoría Académica Investigar.Com


Fredy Torres A.

Diciembre 20 del 2022

viernes, 16 de diciembre de 2022

Betowen (BETO) Mi perseguidor de naranjas.

 Betowen (BETO) Mi perseguidor de naranjas


Ayer se fue al puente del arco Iris mi querido Beto. Un pequeñito Franks Purrier con algunos cruces. Un travieso blanquito, muy churón que me acompaño durante 10 años, juntos pasamos muchas experiencias, caminamos muchos senderos, y disfrutamos de tiempo jugando, corriendo.

Mi Beto, como acostumbrábamos decirle, llegó a la puerta de nuestro local allá por el 2012, carita sucia, sangrando de una de sus patitas traseras, con una mirada triste que pedía auxilio, tenía hambre miedo y soledad que reflejaba en su triste mirada, pero aún esperanzada de encontrar refugio y ayuda.

Le abrí la puerta y lo hice pasar, al observar su patita lastimada lo llevamos al médico, lo curó y  contuvo el desangre, desde entonces se quedó en casa y se convirtió en el amigo inseparable, pronto empezó a jugar correteando pequeñas pelotas de goma, que luego cambiaría por naranjas. Puso tanto énfasis en este juego que se volvió un experto, las encontraba rápido, las tomaba en su hocico y las traía, se las volvía a lanzar y así pasamos largas horas en la pradera, en la carretera de campo poco transitada o en la pista para motos, cuando no se usaba. Siempre competía y ganaba con Rasputin, El Favi y la Gorda; que eran nuestros otros dos perritos.




Con Beto teníamos largas caminatas desde el local de trabajo hasta la casa, a veces en la mañana, a veces en la tarde. En ocasiones con candente sol y otras con lluvia, pero siempre estaba ahí, sin protestar, sin quejarse, lleno de alegría e inquietud juvenil. Compañero fiel de largas jornadas de trabajo, siempre a mi lado, en la barriada, en el local, en la oficina, etc.

Cuando en su pequeño y hermoso ser llegó la tarde de la vida, perdió su agilidad para correr tras la naranja, sus energías se le escaparon, y en ese camino diseñado por la naturaleza, fue perdiendo agudeza en sus sentidos, veía menos, disminuyó tambien su olfato y por supuesto la agilidad en sus movimientos ya era cosa del pasado. 



Sus últimos años ya no salía a pasear en la mañana o en la tarde cuando hacía frio, prefería pasarlos en la comodidad y abrigo de su camita. Salía cuando el clima estaba abrigado y solo corto tiempo, luego regresaba se subía a la silla, (a veces solo otras veces pedía ayuda) y ahí se quedaba sentado acompañándome mientras yo trabaja.

Así vivió mi niño peludito, sorteando múltiples dificultades, desafiando a la muerte por más de una ocasión. En la calle lo golpearon, lo maltrataron, incluso lo atropellaron, pero de todo salió ileso. Sin duda alguna, fue un luchador incansable por su vida. Amaba la vida. En varias ocasiones se enfrascó en duras peleas con otros peludos por el amor de una dama de su especie, o simplemente por reclamar su dominio, casi siempre salía triunfante, pero en muchas con graves heridas. De todas ellas se recuperó. Lo dicho era un luchador infatigable. Mi hermoso Beto.





Hoy te has ido pequeño, tu ausencia deja un enorme vacío en nuestras vidas, una hermosa estela de recuerdos y un amor infinito que seguirá palpitando en nuestros corazones. Adiós mi niño peludito. Ojalá y algún momento podamos reencontrarnos para vivir muchas experiencias de alegría y ternura revestida del amor puro e incondicional que solo ustedes angelitos sin alas suelen dar. Te amé, te amo y te amaré hasta siempre mi niño.





Hasta pronto mi niño peludito

Siempre te recordaré.


Fredy Torres A.

Diciembre 16 del 2022